He hablado con muchísimas mujeres sobre el tema de la culpa y aunque se haya avanzado de una manera muy evidente, en cuanto a nuestro feminismo, siguen habiendo unos estigmas increíblemente grabados a fuego, que nos dificultan tener las ideas claras y lo que es más, nos llevan a sentir culpabilidad. Las impresiones que tenemos, de manera espontánea, suelen ser las siguientes:

.- Estoy fallando como pareja. Le he FALLADO.

.- Es imposible arreglarlo y no sé cómo solucionarlo.  Solo depende de mí el solucionarlo.

.- Quizás no merezco que me quiera, sería hasta normal que se alejara.

.- Todo me pasa a mí, hasta esta desgracia tan poco frecuente.

.- Demasiada paciencia ha tenido mi pareja conmigo, es un santo.

.- Lo más seguro es que la culpa es mía por no avanzar en esto.

.- Se cree que no le quiero, que no le deseo. ¿Qué puedo hacer?

.- Piensa que siempre he sido muy fría y que no me gusta el sexo.

.-Quizás podría aguantar un poco más el dolor y volverlo a intentar.

.- Cada noche le rechazo porqué sé lo que va a suceder. Luego muero de tristeza.

.- No le puedo hacer esto a una nueva pareja.  No se lo merece.

.- Pobre, me da mucha lástima.

¿Cómo desmontar la culpabilidad que sentimos en el vaginismo?

Sería básicamente contando con una buena información, teniendo una autoestima elevada y una clara conciencia sobre la cultura de género y también anda en juego nuestra tolerancia con las actitudes machistas. Todas estas creencias van encaminadas a que nos sintamos culpables de todo, hasta de tener una afección que durante décadas se la ha considerado como una enfermedad mental. El vaginismo es muy frecuente en todo el mundo y ha existido siempre. Muchas parejas lo fueron solucionando con muchísima paciencia y durante años de masajes o con otros métodos. Algunas no lo consiguieron y simplemente decían que no pudieron tener hijos. 

¿Qué sucedería si a estas frases les diéramos la vuelta? ¿Cómo lo viviríamos si fuera un hombre quien las dijera?  Imaginemos por ejemplo que él está afectado en la erección. ¿Nos podemos imaginar escuchar cosas como estas? “Estoy fallando como pareja” “Solo depende de mí solucionarlo” “Demasiada paciencia ha tenido mi pareja conmigo.  Es una santa” “Piensa que soy muy frío y que no me gusta el sexo” “No le puedo hacer esto a una nueva pareja, no se lo merece” “Pobre, me da mucha lástima” Seguramente al imaginarnos estas escenas al revés, podemos darnos cuenta de que el peso que les ponemos, cuando recaen en nosotras, no es el adecuado.  Me imagino el diálogo entre la pareja y lo que contestaría una mujer.

Para llegar a deshacernos de la culpa, es tan sencillo como hacer la siguiente ecuación: Afectación = imposibilidad o molestias = repercusión personal y en la pareja, si la hay. No es culpa de la persona que lo padece y quizás, si la hay, más bien debería recaer sobre los profesionales de la salud y la sociedad, con culturas cerradas en cuanto a la salud de la mujer se refiere, sobre todo a su sexualidad. Poner remedio ya en los años de la adolescencia, evitaría muchos sufrimientos. Una cosa es que exista la solución y la otra que no se quiera hacer tratamiento.  Luego, podemos ver que las mujeres con vaginismo, buscan desesperadamente encontrar soluciones para eliminar el problema, para poder hacerse revisiones ginecológicas, ya que les causa temor, padecer alguna dolencia. Vemos también que cuando encuentran un camino, lo siguen hasta el final. Su preocupación, porqué se dan cuenta de que las parejas se ven afectadas, es normal y por ello, una vez conocido el tratamiento adecuado, se ponen a trabajar.

Así que, mujer con vaginismo, te invito a que recapacites.  No es tu culpa, no eres la única, tienes una contractura, si entrenas lo superarás muy fácilmente. Si en algún momento eres consciente de que te viene a la mente alguna creencia limitante, que te haga sentir ni que sea mínimamente culpable ante tu pareja, ten preparada una frase mantra para repetírtela tantas veces como sea necesario. NO SOY CULPABLE DE NADA … No Soy Culpable de Nada… no soy culpable de nada…nosoyculpabledenada.