Hablo de autoconocimiento refiriéndome a la autoexploración del cuerpo de la mujer. Esto requiere dosis de motivación y de curiosidad para reedescubrir una parte de nosotras mismas, viviéndolo como protagonistas.
Es importante conocerse para poder después conocer el mundo. La regla será: me conozco = experimento = reacciono. Solo así puedo explorar tanto mis respuestas como mis límites, ya que la historia y la religión han contribuido en gran medida a moldear una imagen peyorativa de la vulva y la vagina femeninas. Por otro lado la industria, con sus intereses económicos, también nos puede tergiversar la percepción que tenemos de esta parte de nuestro cuerpo y por lo tanto, de nosotras mismas. El visibilizar nuestra estructura transformará los estereotipos que podamos tener de género y de la sexualidad.
Conocimiento es libertad. Libertad es poder. Poder es autosuficiencia. La autosuficiencia nos dará seguridad para afrontar cualquier reto sin miedo.
Vamos a visibilizar nuestra estructura sexual
Frente al espejo podemos empezar a enfocar nuestra vulva, a observar los labios mayores, los menores, investigando tanto su color como su textura. Si separamos los labios menores, podemos seguir con la visión de la entrada de la vagina, esa puerta enigmática que nos conduce a comprobar que las paredes internas se convierten en otro tipo de tejido, húmedo y cálido.
Investiga, experimenta, estate atenta a lo que ves y a lo que sientes, escuchando tu diálogo interno para saber lo que piensas ante tu descubrimiento.
¡Empieza el viaje hacia el fondo de ti misma!