Esta metáfora se la dediqué a una embarazada que estaba muy preocupada por elegir bien su plan de parto.
Con los años te das cuenta de que la serenidad y la confianza en una misma, siempre te llevan a escoger el mejor camino.
El herrerillo
Había una vez, una hembra de herrerillo común, la cual habitaba en un bosque de aquellos que siempre hacen olor a primavera. Era preciosa, con su plumaje azul, volando muy feliz en aquel hábitat privilegiado y aún más en aquellos días, porque se acercaba la época de crianza.
Deseaba hacer un nido seguro, donde no pudiera llegar ningún intruso a perturbar la paz de sus polluelos. Un nido sólido para desafiar vientos y tempestades, hecho con fuertes ramitas olorosas, en un lugar especial, con las justas horas de sol y de sombra y con cierta soledad respecto al vecindario.
Una noche tuvo un sueño extraño. Se sentía agotada, trabajando en muchos nidos a la vez. Cada nido cumplía con uno de los requisitos anhelados, pero ninguno los reunía todos. Iba descontrolada de un nido a otro, sin descanso, estresada pensando que la hora se acercaba y no tenía nada decidido. Entonces se le apareció un herrerillo capuchino con un trozo de cordel en el pico.
.- Hola! Yo también estoy haciendo mi nido – le dijo
.- Qué suerte! Yo tengo muchos y ninguno me sirve
.- Ya te he visto todo el día muy trabajadora … ¿Cómo es que has hecho tantos?
.- Lo quiero perfecto…. – contestó
.- Ahora lo entiendo! – dijo la graciosa visita de plumero en la cabeza, mientras intentaba no perder su tesoro, colgando del pico
.- ¿Sabes una cosa? – continuó hablando – mi madre siempre nos decía que el secreto para disfrutar de la primavera y la puesta de huevos, era “fluir y confiar” – y dicho esto, se despidió con un espléndido vuelo ondulante.
El herrerillo al despertar, alzó sus alas y casi sin darse cuenta se encontró dentro de uno de los nidos que había hecho. Se aposentó y contemplando el entorno, empezó a disfrutar de su elección, de la misma manera que lo hizo días más tarde, admirando la belleza de las plumas azules de sus polluelos.