A veces cuesta ser constante y hacer unos deberes cada día puede ser una misión casi imposible. Las realidades para motivarnos, son potentes y están ahí, las sabemos:
.-Necesitar los resultados. Por ejemplo, tener que hacerse una revisión ginecológica que te preocupa.
.-.Querer ser madre, a una edad temprana o más allá de los 40 años.
.-Desear una normalidad funcional, para que nunca más tengamos que explicarlo cuando conozcamos a alguien.
Todo ello tiene la fuerza necesaria para mover montañas, para que de una manera inequívoca y decidida nos pongamos a trabajar con disciplina y entusiasmo. ¿A que sí? Pues no es del todo cierto en muchos casos. ¿Cómo puede ser que haya pacientes que no logran hacer cada día los ejercicios, sabiendo que ello, les conducirá al éxito?
Cualquier cambio externo, implica primero un cambio interno. Aquí está la clave:
.-Planificar el tiempo. Me propongo trabajar cada día para solucionarlo lo antes posible.
.-Dedicarle prioridad. Como me interesa por encima de todo, voy a dedicarme de manera prioritaria. Nada va a entorpecer mi tratamiento diario.
¿Quieres de verdad responder a tu necesidad trabajando cada día? Te puedo ayudar. Te propongo un modelo de programación de tratamiento, sujeto a cambios personales de horarios y de tiempos, pero con un enfoque de coaching para conseguir nuestro objetivo, y además sintiéndonos bien.
Empieza escribiendo lo siguiente, mejor en papel y con tu letra más bonita:
¿qué quiero? ¿para qué lo quiero? (no por qué)
¿Cuándo quiero conseguirlo? Le pones fecha de caducidad. Quizás en mes y medio hay un día importante para ti (aniversario, viaje)
¿Cuánto tiempo creo que debo invertir a diario en mi entrenamiento?
¿Qué momento del día, para mí, es el óptimo para trabajar?
¿Qué situaciones pueden representar unos ladrones de ml tiempo? Por ejemplo, llamadas telefónicas, revisar redes sociales, perder tiempo por casa sin grandes aficiones, o sea posponerlo sin motivo y luego decidir que se hizo tarde.
Te propongo algo que puede parecer peculiar, y te aseguro que te va a ayudar muchísimo. TÓMATE EL RETO DE ENTRENAMIENTO COMO UNAS VACACIONES MENTALES. Dejar la mente y dedicarse al cuerpo, nos pone en situación de cambio de estado y de conseguir bienestar, máxime aun cuando estamos consiguiendo que nuestro cuerpo fluya y se expanda.
Este concepto de flow (significa que cuando estamos haciendo algo que nos gusta, perdemos la noción del tiempo y nos dejamos llevar) puede ayudarnos sobre todo a prepararnos para el entrenamiento diario.
Así que una vez has escrito tus propósitos y averiguado lo que te va a ayudar y lo que te podría estorbar (como los ladrones del tiempo) vas a situarte en ese espacio tuyo de VACACIONES mentales y deja que tu cuerpo entre en flow. Rodeada de tus olores preferidos, sonidos (o silencio) empieza a respirar lenta y profundamente, teniendo a mano lo que vas a necesitar. Justo en ese momento vas a dar a tu cuerpo las sensaciones y posibilidades para sentirlo de manera placentera.
Cuando te mires la vulva en el espejo, capta ese momento de distribuir el aceite hidratante entre los labios mayores y menores, para pasar después al masaje, con tu dedo pulgar, en la entrada de la vagina. De manera lenta, progresivamente vas a aumentar la presión al hacer la media luna. Después procederemos a ayudar a nuestro cuerpo a expandirse de manera progresiva, con métodos de pausa y relajación. Acogernos a la vibración nos va a permitir fluir aún más. Y en vez de notar alguna molestia, podemos resignificarlo
Si en algún momento la mente nos hace sabotaje, podemos tener una palabra a mano, a modo de anclaje, para que nos devuelva al estado deseado del entrenamiento. Puede ser “calma” o “nube” o “mar”. O tener a mano un gesto como cerrar las manos y abrirlas, de manera que eso nos lleve de nuevo donde estábamos. Los anclajes son muy poderosos, siendo lo ideal haberlos trabajado antes, de manera que en el acto podamos responder.
Recordemos que, si vamos al mar a ver el horizonte y pasa una gaviota por delante, no deberíamos seguir con la mirada su vuelo, sino continuar con nuestro objetivo, que era observar el horizonte.
¡Disfruta de tu espacio de vacaciones mentales!
Cómo planificar tu entrenamiento diario para superar el vaginismo
A veces cuesta ser constante y hacer unos deberes cada día puede ser una misión casi imposible. Las realidades para motivarnos, son potentes y están ahí, las sabemos:
.-Necesitar los resultados. Por ejemplo, tener que hacerse una revisión ginecológica que te preocupa.
.-.Querer ser madre, a una edad temprana o más allá de los 40 años.
.-Desear una normalidad funcional, para que nunca más tengamos que explicarlo cuando conozcamos a alguien.
Todo ello tiene la fuerza necesaria para mover montañas, para que de una manera inequívoca y decidida nos pongamos a trabajar con disciplina y entusiasmo. ¿A que sí? Pues no es del todo cierto en muchos casos. ¿Cómo puede ser que haya pacientes que no logran hacer cada día los ejercicios, sabiendo que ello, les conducirá al éxito?
Cualquier cambio externo, implica primero un cambio interno. Aquí está la clave:
.-Planificar el tiempo. Me propongo trabajar cada día para solucionarlo lo antes posible.
.-Dedicarle prioridad. Como me interesa por encima de todo, voy a dedicarme de manera prioritaria. Nada va a entorpecer mi tratamiento diario.
¿Quieres de verdad responder a tu necesidad trabajando cada día? Te puedo ayudar. Te propongo un modelo de programación de tratamiento, sujeto a cambios personales de horarios y de tiempos, pero con un enfoque de coaching para conseguir nuestro objetivo, y además sintiéndonos bien.
Empieza escribiendo lo siguiente, mejor en papel y con tu letra más bonita:
¿qué quiero? ¿para qué lo quiero? (no por qué)
¿Cuándo quiero conseguirlo? Le pones fecha de caducidad. Quizás en mes y medio hay un día importante para ti (aniversario, viaje)
¿Cuánto tiempo creo que debo invertir a diario en mi entrenamiento?
¿Qué momento del día, para mí, es el óptimo para trabajar?
¿Qué situaciones pueden representar unos ladrones de ml tiempo? Por ejemplo, llamadas telefónicas, revisar redes sociales, perder tiempo por casa sin grandes aficiones, o sea posponerlo sin motivo y luego decidir que se hizo tarde.
Te propongo algo que puede parecer peculiar, y te aseguro que te va a ayudar muchísimo. TÓMATE EL RETO DE ENTRENAMIENTO COMO UNAS VACACIONES MENTALES. Dejar la mente y dedicarse al cuerpo, nos pone en situación de cambio de estado y de conseguir bienestar, máxime aun cuando estamos consiguiendo que nuestro cuerpo fluya y se expanda.
Este concepto de flow (significa que cuando estamos haciendo algo que nos gusta, perdemos la noción del tiempo y nos dejamos llevar) puede ayudarnos sobre todo a prepararnos para el entrenamiento diario.
Así que una vez has escrito tus propósitos y averiguado lo que te va a ayudar y lo que te podría estorbar (como los ladrones del tiempo) vas a situarte en ese espacio tuyo de VACACIONES mentales y deja que tu cuerpo entre en flow. Rodeada de tus olores preferidos, sonidos (o silencio) empieza a respirar lenta y profundamente, teniendo a mano lo que vas a necesitar. Justo en ese momento vas a dar a tu cuerpo las sensaciones y posibilidades para sentirlo de manera placentera.
Cuando te mires la vulva en el espejo, capta ese momento de distribuir el aceite hidratante entre los labios mayores y menores, para pasar después al masaje, con tu dedo pulgar, en la entrada de la vagina. De manera lenta, progresivamente vas a aumentar la presión al hacer la media luna. Después procederemos a ayudar a nuestro cuerpo a expandirse de manera progresiva, con métodos de pausa y relajación. Acogernos a la vibración nos va a permitir fluir aún más. Y en vez de notar alguna molestia, podemos resignificarlo
Si en algún momento la mente nos hace sabotaje, podemos tener una palabra a mano, a modo de anclaje, para que nos devuelva al estado deseado del entrenamiento. Puede ser “calma” o “nube” o “mar”. O tener a mano un gesto como cerrar las manos y abrirlas, de manera que eso nos lleve de nuevo donde estábamos. Los anclajes son muy poderosos, siendo lo ideal haberlos trabajado antes, de manera que en el acto podamos responder.
Recordemos que, si vamos al mar a ver el horizonte y pasa una gaviota por delante, no deberíamos seguir con la mirada su vuelo, sino continuar con nuestro objetivo, que era observar el horizonte.
¡Disfruta de tu espacio de vacaciones mentales!