Cómo mejorar las sensaciones molestas del tratamiento del vaginismo

Las mujeres pueden tener diferentes umbrales de dolores en general y por ello también con el tratamiento del vaginismo Así que podemos encontrarnos con pacientes que llevan mejor que otras, los pasos para conseguir un buen confort vaginal. 

Los puntos claves a superar son el masaje con el dedo y la dilatación progresiva.  En la entrada de la vagina es donde radica la mayor incomodidad tanto a nivel del tacto como a la hora de introducir elementos, como los dilatadores o el vibrador. La desensibilización a nivel físico, es muy importante, es decir que cuantas más veces se haga el masaje con el dedo, más pronto dejará de ser molesto, pero si no se hace cada día, o se realiza con poca intensidad, no se conseguirá alcanzar la comodidad.  Se necesita mucha disciplina y la suficiente motivación para seguir, sin tregua, hasta el final. Y respecto a los dilatadores, desde la introducción del primero la primera vez, a lograr avanzar progresivamente hasta el último, será una acción importante a realizar diariamente.  

La manera de afrontar el entrenamiento es muy importante.  En los cursos de PNL (programación neurolingüística) y coaching, aprendí la importancia de la resignificación.  Consistía en saber responder a alguien agobiado, de manera que nuestra respuesta le abriera una ventana a la esperanza y le hiciera ver su problema desde una nueva perspectiva.   Trabajábamos en grupo, de manera que alguien exponía su problema, por ejemplo “Tengo un marido muy celoso y me agobia mucho” Entonces cada persona le decía algo para ayudarla, como por ejemplo una decía “¿Has pensado en hacer lo mismo que él? A lo mejor así se da cuenta” Otra “Podrías hablar de eso con algún amigo vuestro y que le aconseje” y así todo el grupo. Al terminar las resignificaciones, la persona que había expuesto su problema debía decir cual era la frase que mejor la había hecho sentir, la que más le ayudaba.

Pues bien, en el tratamiento físico del vaginismo, seguramente, pueden haber momentos en los que se deben afrontar ciertas molestias y va a depender mucho del cristal de las gafas que se lleven puestas en ese momento, que se toleren o no. A lo largo de mis años de trabajo, he podido comprobar que algunas de las resignificaciones que he podido hacer a mis pacientes, han ayudado de gran manera y lo sé porque me lo han dicho ellas mismas.

Así que voy a recordar ahora algunas de ellas, para vosotras.

-Qué suerte tienes de que ahora haya tratamiento para el vaginismo. Hace unos años ni se le había puesto nombre. Eres una afortunada.

-Te molesta el masaje con tu dedo, pero ¿verdad que cada vez menos? Sigue y desaparecerá. Tú puedes hacerlo.

-No temas en equivocarte de camino, tu vagina es como un túnel sin desviaciones. Entra sin miedo.

-Cambia la palabra dolor, por molestia. Las palabras forjan sensaciones, haz la prueba y te susurras “hoy me molesta menos que ayer”.

-Si le tienes aprensión a la vibración, plantéate lo nuevo como un reto, con curiosidad, primero externamente.

-Cuando se te resista un tamaño de dilatador, hazte uno intermedio. ¡Funciona!!!

-Si tienes miedo, hazlo con miedo.

-No te agobies por todo lo que debes recorrer en el tratamiento.  No puedes comerte un tigre de golpe, pero sí a trozos. El trabajo diario te hace correr millas.

-Si explicas a alguien que tienes vaginismo, vas a sentir un gran alivio e incluso un avance físico en el tratamiento. ¿Lo pruebas y me lo dices?

-Estás haciendo un máster con este tratamiento. Pon todo de tu parte, no te canses. Te va la salud, incluso la vida en ello.

-Sumérgete de lleno en el tratamiento: lee, infórmate, escucha podcasts, habla con madrinas. Todo te va a ayudar a avanzar más rápido.   

-Vive tu tratamiento de forma alegre. Si tu boca sonríe, tu vagina también.

-Mímate con pequeños trucos: sumerge los dilatadores en agua caliente o fría.

-Cambia rutinas, como usar dilatadores en la bañera o de pie. Añade novedades, que te motiven.

-No olvides hacerte regalos después de cualquier pequeño triunfo, incluso si es muy pequeño.

-Pon fecha de caducidad a tu vaginismo. A los sueños hay que ponerles patas. Piensa en una fecha y corre hacia ella.

Hay muchas más y a lo mejor a ti, que estás leyendo esto ahora, se te ocurren otras que me has escuchado decir o que alguien te ha dicho. En el fondo, resignificar es ver la parte buena de aquello que cuesta hacer y de esta manera, nos empoderamos con un chute de energía positiva, para conseguir nuestro objetivo.

La gracia reside en vivirlo de forma alegre. Serenidad, drama o alegría. ¿Cuál escoges? Te comento que la más rápida y eficaz es la alegría.