Una de mis frases favoritas es: Todo suma y todo, resta. Sé de amigas que me recuerdan lo bien que les ha ido pensar en ella. Me estoy refiriendo a que cualquier pequeña acción, por minúscula que sea, dirigida a mejorar los resultados, va a favorecer y a acelerar el éxito. Así que, en cuanto a mi acompañamiento en el tratamiento, suelo observar pequeños lapsus y me apresuro a remarcar esos detalles que puede parecer que no tienen importancia, pero que en realidad la tienen y pueden llegar a marcar la diferencia, entre conseguir una buena dilatación y sentirse confortable, a no sé qué me pasa que no estoy avanzando.
Mis sugerencias:
.-Si no puedes insertar el dilatador nº 1, usa una balita vibradora en la entrada. Esta ha sido la solución en numerosas ocasiones, dicha por las mismas pacientes. Y yo lo que veo, lo digo.
.-A veces lo que ves y no crees que pueda entrar, entra. No pienses y actúa. Lo he visto muchas veces cuando les presento un dilatador XXLLL al terminar el tratamiento. Siempre me dicen que no van a poder y en cambio las dejo solas unos minutos y al volver me dicen riendo “ha entrado, no me lo imaginaba”.
.-Hazte un masaje antes de cada dilatador y empieza siempre por el primero en tu entrenamiento. Lo digo en las sesiones presenciales, está escrito en el Cuaderno de la vaginista, pero parece ser que lo olvidan y no lo recuerdan. Cuando pregunto por ello, me dicen que no lo hacen, que les gusta ir directas al grande y lógicamente, con un solo masaje.
.-Presenta el dilatador superior del que has estado entrenando, aunque creas que no va a entrar. Siempre, siempre. No te quedes conformada con tu último logro. Ni que sea, lo presentas y lo retienes en la entrada unos minutos.
.-Calienta un poco los dilatadores o el vibrador para facilitar la comodidad. Simplemente los introduces en un vaso de agua caliente, sin que lo esté demasiado. Te puedes dar así algo más de confort y te sentirás regalada. Va a favorecer la vasodilatación, vas a dilatar mejor.
.-No insistas en que un dilatador grande entre los dos últimos cms, si no puedes. No tiene importancia, ya que lo que sí conviene es que entre de ancho y muchas veces he visto que este detalle angustia mucho y no deja avanzar.
.-Usa tu vibrador como un comodín: intenta ponértelo al principio si crees que va a favorecer tu entrenamiento. O bien a mitad sesión o al final, de relax. Ten curiosidad por las reacciones de tu cuerpo. Probablemente obedezcan a necesidades o a resultados y debes tenerlas en cuenta, eso sí, investigando.
.-Entrena con los dilatadores en la ducha o más cómodamente en la bañera, si la tienes. Todo lo que sea dar sensaciones diferentes, buscar momentos y lugares distintos, te darán resultados diferentes.
.-Intenta ponerte los dilatadores pequeños en la ducha, de pie, pues el hecho de cambiar de postura puede darte otra percepción en el entrenamiento.
.-Quizás cuando ya te entren tus dilatadores, puedas necesitar ejercitar con uno mayor, con un XXLLL, si tu chico es muy grande o deseas hacerte pruebas o manipulaciones para una inseminación o fecundación in vitro.
.-No descuides la hidratación interna, la externa y la lubricación. Quizás estás necesitando tres tipos diferentes de ayuda. Recuerda que la hidratación hace milagros.
Y estas han sido mis sugerencias basadas en los años de acompañamiento, pero recuerda que las mejores serán las que tú descubras. Avanza y no pares.