Cuando yo era joven nos íbamos a abortar a países extranjeros, donde se podía hacer sin persecución. Era como un doble esfuerzo, además de pasar por la intervención, debías hacer un viaje que muchas veces no era nada fácil a la hora de encubrir los motivos en el entorno o conseguir el dinero, sobre todo si eras estudiante.
Se fueron abriendo puertas y poco a poco, las mujeres españolas pudimos interrumpir embarazos no deseados en clínicas de aquí, simplemente con la valoración de un psicólogo, donde decía que no representaría un trauma posterior para la mujer. Recuerdo uno de estos casos, donde el terapeuta no quiso dar su permiso, porque le pareció percibir que mi amiga tenía problemas emocionales para abortar. Veía claro que no podía seguir con ese embarazo, pero estaba muy triste por hacerlo. Al final, la secretaria del centro le dijo que fuera por la tarde que había otro psicólogo y que este firmaría positivamente la autorización sin tantos problemas. Y así lo hizo y así fue.
Las mujeres hemos estado siempre sometidas a todo tipo de prohibiciones, de manipulaciones sociales y legales, que han controlado nuestras vidas, pero sobre todo nuestros deseos y expectativas. La realidad de un control total sobre nosotras, ha hecho que fuéramos buscando salidas justas para vivir con libertad. Quizás la gente más joven no recuerde o no sepa, mejor dicho, que hubo una época que la mujer necesitaba el permiso del marido para tener una cuenta bancaria. Y en ese momento ya empezaban a haber mujeres universitarias. Se relegaba al sexo femenino a la procreación, sin darle otra categoría posible. Así que, a base de demostraciones sobre nuestra capacidad intelectual y nuestras habilidades en todos los aspectos, fuimos ganando terreno para vivir nuestras vidas, sin olvidar las presiones que se han hecho en la historia, a base de manifestaciones. Las mujeres unidas hemos conseguido abrir muchas puertas, aunque de vez en cuando, como ahora, nos vuelven a frenar por ejemplo con el tema del aborto.
Hoy en día hay problemas en algunos casos, para quedar embarazadas. Ya sabemos que la mayoría de las veces es por empezar a buscarlo en edades más tardías, sobre todo, o por hábitos sedentarios en los hombres y otras causas. Eso no sucedía hace años, resultaba más fácil. Por eso tenemos a nuestro alrededor cantidad de parejas que buscan ser padres y las clínicas de reproducción asistida, ofrecen varias soluciones para conseguirlo. También acuden a estos centros mujeres solas o parejas de mujeres, que desean la maternidad. Soy y he sido acompañante de los deseos de tantísimas que quieren quedar embarazadas y no pueden. Después del vaginismo, si este se ha solucionado en una edad algo límite para la procreación, puede suceder que sea más difícil y se necesite la ayuda de la reproducción asistida. Este es un motivo importante para solucionar el vaginismo lo más pronto posible.
Y así es como puede haber una época en la vida donde una mujer no desee un embarazo y en cambio en otro momento, se sienta preparada y con ansias por conseguirlo. Sea lo que sea, lo principal es tener la libertad de decisión, respecto al propio cuerpo y a la propia vida. Cualquier ley que cohorte dicha libertad, es vivida por la mujer de forma negativa, con rabia y hace que se nos revuelvan las tripas, seguramente de nuevo, ante la impotencia que supone estar delante de una Ley totalmente anticonstitucional.
Estamos ahora mismo escuchando noticias como las restricciones de Texas, respecto a la ley del aborto, que lo prohíbe más allá de las 6 semanas de gestación. Esta noticia ha hecho gritar muchas voces que analizando lo que significa, dicen que una vez detectado solo hay un par de semanas para practicarlo. Han visto que por ejemplo en colectivos vulnerables como las adolescentes (que se dan cuenta más tarde de que están embarazadas), mujeres de color, o inmigrantes sin estatus social, población con bajos ingresos (que no van a poder reunir el dinero que cuesta) no van a poder llegar a tiempo, según esa ley. Incluso se puede intuir como muchas mujeres pueden morir por razones de desplazamiento al lugar donde se practica el aborto en un plazo determinado, si tenemos en cuenta el límite de 6 semanas. Pensemos que una mujer cuando se entera de que está embarazada, ya cuenta con cuatro semanas, así que solo quedan dos para tomar decisiones, reunir el dinero, conseguir un tutor en el caso de las adolescentes y hacer la solicitud.
Pero también en nuestro país encontramos partidos políticos que están haciendo campañas constantemente, para intentar retroceder ante cualquier avance que se hubiera ganado en las medidas del aborto. Nuestra historia refleja muchos cambios de ahora sí que se penaliza, ahora no, ahora según cómo, ahora depende de las circunstancias que lo rodean, ahora depende de quién sube a gobernar… No lo olvidemos, si no estamos atentas, en cualquier momento podemos volver a la prohibición.