Va a depender de la edad que tengas al inicio del tratamiento, pero en mayor o menor medida estas son las cosas que, generalmente, suceden antes de que se empiece a gratar la afección. Algunas están marcadas por miedos, pero el desconocimiento es la causa más importante del bloqueo, de la falta de acción, así que está muy claro que cuanto más visibilicemos el vaginismo, cuanto más se divulgue y cuanto más se explique a familia y amigos, más pronto las afectadas empezarán a tratarse y a dejar de tener el problema. Si todo ello fuera real en la actualidad, la jovencita que no puede ponerse un tampón o la chica a la cual no pueden hacer una revisión ginecológica, conocería enseguida el nombre de lo que le sucede y la manera de solucionarlo, así que de forma rápida encontraría soluciones a su alrededor. Además, los profesionales de la salud también estarían más informados, con lo cual, derivarían a las pacientes también a fisioterapia, además de enviarlas solo a terapia psicológica.
Vamos pues ahora a nombrar algunos de los marcos en los que se encuentran las mujeres y que preceden al tratamiento. Pueden haber más, sin duda, pero estos son los más comunes en todas ellas. Si has tenido o tienes vaginismo, seguramente te verás reflejada. ¿Es así?
No sabes qué te pasa. Me atrevería a decir que esto les sucede a todas, o sea que cuando se empiezan a dar cuenta de que algo no funciona, ya sea con el tampón o la copa o con un intento en su primera relación sexual, no saben a qué es debido, no imaginan lo que puede estar sucediendo para no poder llevar a cabo su propósito. Y así puede pasar mucho tiempo, incluso años, antes de saberlo.
Piensas que se solucionará solo, sin hacer nada. Este es otro de los pensamientos frecuentes que tienen las chicas, al inicio de su descubrimiento. Intentan no pensar demasiado en el problema, esperando que se resuelva de manera espontánea. Si es por el tema de los tampones, piensan que cuando se hagan más mayores, podrán hacerlo y si es por no poder tener penetración, también les pasa por la cabeza, que quizás no están lo suficientemente enamoradas. No hay que esperar a eso, hay que pensar en la salud.
Crees que eres la única del mundo a quien le pasa. La idea o sensación de que lo que está sucediendo es tan irreal que a nadie más le puede suceder, es también algo muy frecuente y por ello, no se explica a nadie del entorno, por el temor de que piensen que la persona es alguien de personalidad muy rara. Se sienten aún más vulnerables con esa idea.
No te decides a hacer el tratamiento físico porque no sabes si es psicológico. El saber por qué se tiene vaginismo, es algo que preocupa a muchas mujeres. Buscan una razón, quizás para entender mejor lo que les sucede y quizás por un histórico (se ha pensado durante décadas que el vaginismo es psicológico) se decantan más por el pensamiento de que debe ser de origen psicológico, con lo cual temen que el tratarse con fisioterapia no sea la solución. Y evidentemente, es la solución.
Te da miedo lanzarte por si fracasas. Aquí entrarían muchas creencias limitantes que pueda tener esa persona, tales como “nunca me sale nada bien” “no soy capaz de tener disciplina” “a lo mejor les funciona a otras, pero a mí no” “¿y si lo mío es diferente?” Y por todos esos pensamientos, se bloquean, quedan paralizadas y no son capaces de dar el primer paso para empezar a solucionarlo. Créeme, si tienes miedo, hazlo con miedo.
Antepones otras cosas antes que iniciar el tratamiento. Aquí podríamos enumerar cantidad de situaciones que “no le dejan” empezar. Hablamos de trabajo, de obligaciones familiares, de rupturas sentimentales, de mudanzas, de estudios… Son cosas importantes, ahora bien, podría ser útil aplicar aquella norma de “importante y urgente” para priorizar un problema que tanto afecta a la persona, en todos los aspectos. Cuanto más tiempo pase, más se endurecen los sentimientos y las sensaciones. Por todo ello, muchas pacientes en la primera visita me dicen “No sé cómo han pasado tantos años, pero nunca era el mejor momento”
Y estas son algunas de las situaciones que pueden frenar el inicio de la rehabilitación con fisioterapia. Si te ves reflejada, hablemos para que puedas tener las ideas más claras y lanzarte hacia tu objetivo.