Es uno de los correos más angustiosos que recibo y donde se puede percibir claramente la preocupación de la paciente respecto a sus avances.  Cuando una mujer consigue ponerse el último de los dilatadores de su pack, suele probar a veces, ponerse directamente el último sin pasar por el ritual de siempre, es decir uno a uno y siempre bajo masaje previo. Y puede pasar que no entre bien ese dilatador, con lo cual las dudas y los temores avanzan rápidamente por la cabeza e invaden el poder que puede tenía esa mujer, respecto a sus avances, a sus logros hasta ese momento.

Lo primero que piensa es “si ya me entró, por qué ahora no puedo” Y a ello le siguen otros pensamientos, tales como “no me imagino teniendo que empezar siempre por el primer dilatador en cada entrenamiento” “¿quiere decir que antes de tener relaciones deberé hacer todo el ritual, uno a uno?” “¿será que yo nunca conseguiré tener relaciones espontaneas?” “¿qué va a suceder si se me presenta la ocasión y no he entrenado antes?”

Todas esas dudas afloran y generalmente empujan a escribir un correo muy sentido, en el que comparten su tristeza, dando por entendido que nunca llegará la normalidad en su vida sexual. Personalmente me sabe mal que esta situación sea capaz de marcar la desdicha durante días o semanas o bien horas, no importa, porque es tiempo perdido que, utilizado de otro modo, desde la perspectiva de la información y del positivismo, sería un buen motor para seguir entrenando. Por eso no me canso de decir que, si en algún momento se bloquean, me lo digan sin rodeos, sin esperar a que se agrave, para que no se enquiste la duda, para que no paralice el tratamiento.  Algunas lo hacen casi en el acto y otras desaparecen y luego me entero de que el motivo era este.

¿Es importante que, si empiezas por el último dilatador, el que ya te podías poner, no entre? ¿Es algo definitivo? ¿Indica que no va bien el tratamiento? ¿Quiere decir que no conseguirás tu objetivo?

Quiero recordarte que estás metida en un proceso que empezó, en la mayoría de veces, desde cero y que paso a paso gracias a tu constancia, a tu dedicación diaria, ha llegado a un punto óptimo de dilatación. Pues bien, este proceso sigue incluso después de usar el último dilatador y sigue con el afianzamiento de tu dilatación, con la acomodación de tus dedos con el masaje y cómo no, con el masajeador interno y la penetración.  Una cosa es que algo entre y la otra que se tenga el debido confort para normalizar el proceso.  Incluso si ya puedes tener penetración, harán falta unas cuantas para que te sientas cómoda y para que te acostumbres a la situación.

Los primeros días que tengas relaciones completas, seguramente no lo harás sin haber entrenado antes y poco a poco te irás relajando, para ir dejando de lado la inseguridad y dar paso a la espontaneidad. Y lo mismo sucede con el método de ir insertando los dilatadores uno a uno, desde el primero y previo masaje con aceite cada vez, antes de cada dilatador. Puedes, si te apetece una vez a la semana, ir directamente al mayor.

Te puedes encontrar con algunas cosas en el camino, que entorpezcan tu decisión de pasar directamente al número mayor, aunque ya te hubiera entrado con anterioridad.  Por ejemplo, que estés en los días anteriores a la menstruación y tengas la vagina un poco inflamada. O bien que estés más estresada esos días y tengas mayor tensión muscular, también en la entrada de la vagina. También he comprobado que algunos materiales de los dilatadores, son más difíciles de usar directamente con tamaños mayores. Y no hay que olvidar que la falta de excitación, no ayuda a ir rápido.  Recuerda que una vagina excitada, aumenta de diámetro y de largada.

Así que, si te pasa eso, si te sucede en algún momento, no te machaques ni tires piedras sobre tu tejado, simplemente sigue trabajando y ten por seguro que llegará el día.  Una cosa es no tener vaginismo, es decir que, entre un dilatador de tamaño considerable, la otra que tengas un buen confort vaginal y otra que no te moleste absolutamente nada un vibrador o un pene en movimiento.

Todo ello no quiere decir que deba pasar demasiado tiempo y mucho menos unos meses para conseguirlo, o sea que no te estoy proponiendo calma y paciencia, solo que tengas en cuenta que no todo se basa en alcanzar la dilatación con tu último dildo unos pocos días y ya está.  También debes estar muy bien hidratada, con la entrada de la vagina muy flexible, con las paredes vaginales elásticas, sin contracturas y naturalmente, toda tú relajada.

Recuerda que la relajación y el método pausa, da siempre buenos resultados.  Si te tensas y en tu cabeza van sonando las palabras de “uy cuanto me cuesta, hoy no entrará”, efectivamente será difícil que obtengas buenos resultados.  Método pausa quiere decir que lo introduces hasta que te sientas cómoda y lo dejas allí durante un buen rato, sin meter ni sacar más.  Experiméntalo y espero que nos cuentes tu experiencia y tus conclusiones.