Artículo publicado en «Ella y el abanico»
Martes, 29 de Enero de 2013 00:00
1.que como he dicho siempre hay más vaginismos primarios de los que la gente imagina.
2.que las mujeres quieren luchar para conservar su suelo pélvico como parte muy importante de su cuerpo.
3.que en los últimos quince años ha ido aumentando el interés de la mujer por su sexualidad
Todas ellas me alegran enormemente, en parte por ser mi lucha
constante desde que decidí caminar junto a las mujeres, pero sobretodo
porque creo firmemente que este cambio en nuestra cultura las va a
favorecer no solo a ellas, también puede cambiar muchos aspectos
sociales
Hace unos diez años escribí tres artículos, para un periódico
estatal por petición de una empresa dedicada a productos del suelo
pélvico y la condición fue atender las llamadas que generaran.
El primero estaba dedicado a la incontinencia urinaria femenina.
El segundo a los prolapsos (descenso de las vísceras) y el tercero a la sexualidad.
De los dos primeros recibí algo más de 200 llamadas y me aterrorizó pensar la repercusión de las afectaciones sexuales
Del tercero, solo recibí uno y era una consulta de incontinencia.
Primero pensé “qué bien nos sentimos las mujeres con nuestra
sexualidad en este país” pero fue mera ilusión ya que la respuesta
adecuada era “no le damos tanta importancia a nuestra sexualidad” en
comparación a la que le dan en otros países
Después de todos estos años puedo asegurar muy felizmente, que a
las mujeres ahora sí nos interesa el sexo, porque además es nuestro, a
pesar de criar hijos, estudiar, trabajar y terminar la jornada cansadas
Después de los vaginismos primarios, los vaginismos secundarios
están tomando mucha importancia en el disconfort general de la
población femenina. A muchas mujeres les duele su vagina (dispareunia) y
les impide tener relaciones sexuales. Se suele dar en los postpartos,
en la menopausia y en aquellas que no tienen pareja durante un tiempo.
Para vencerlo, lo mejor es una buena rehabilitación del suelo
pélvico con implicación, hidratar cada día la vagina y acercarse a una
buena forma física y psíquica.
Gimnasia adecuada, senderismo,
máquinas con peso bajo, yoga, natación y cualquier práctica que nos
motive, va a hacernos sentir mejor. Si incorporamos la danza del vientre
y la biodanza conseguimos acercarnos a nuestra femineidad y a nuestro
mundo emocional. También cualquier baile que no dañe el suelo pélvico,
puede ayudar a desarrollar el equilibrio necesario para sentirse bien a
través de la música y el movimiento
Esa
sería mi receta principal! Así que chicas ya lo sabéis, sin pereza!
Igual que tenemos el hábito de ponemos crema en las manos o en el cuerpo
y a fluir!